Mujer sensual y hombre iracundo

Hace un par de semanas, cuando estaba acabando la entrada “Indígnate que algo queda”, me entró la duda de qué imagen de portada usar. Hay veces que tengo muy claro lo que quiero poner y otras, como en este caso, que no tanto.

La verdad es que esta vez no tenía ni idea, así que hice lo que haría cualquier persona juiciosa en una situación así: buscar la respuesta en internet. Tras un rato de perder el tiempo viendo videos de gatitos exploración infructuosa me llegó la inspiración: podía poner una imagen de algún icono de la cultura pop en pose indignada. ¿Qué icono pop? Mi primer pensamiento fue Hulk. A fin de cuentas, es de lo primero que nos viene a la cabeza cuando piensas en alguien cabreado.

En una búsqueda rápida de google encontré inmediatamente candidaturas. De hecho, cualquiera de los primeros resultados hubiera valido para ilustrar a un señor iracundo:

Captura de pantalla 2018-06-10 a las 18.22.52
Soy Hulk. Soy verde. Soy iracundo.

Pero luego seguí pensando ¿Por qué un hombre? ¿Por qué no una mujer? Es decir ¿no puede ser más interesante utilizar la imagen de una mujer para representar el cabreo y la indignación, y así de paso combatir un poco los estereotipos de género?

Dicho y hecho. Había pensado en Hulk como epítome del cabreo, así que mi primera opción femenina era evidente: Hulka1. El origen del personaje es curioso: por lo visto, su creación vino motivada por intereses estratégicos, antes que artísticos. Durante el éxito de la serie televisiva de Hulk, Marvel quería impedir que la cadena CBS creara una versión femenina del personaje, así que decidieron atacar primero. Al crearla ellos primero se aseguraban los derechos frente a cualquier imitación (más aquí). Así, Hulka siempre fue un personaje de nicho y con ventas discretas.

Una vez informado, procedí a una búsqueda de imágenes de Hulka. Qué podía salir mal. Enseguida me encontré con un problema (a veces parezco nuevo): no es tan fácil encontrar imágenes decentes de Hulka cabreada. Si haces una búsqueda de Hulka en google imágenes te encuentras más bien cosas así:

Captura de pantalla 2018-06-10 a las 18.24.57

Captura de pantalla 2018-06-10 a las 18.24.45
Soy Hulka. Soy verde. Pero por algún motivo yo no soy iracunda, sino sensual.

Es decir, al buscar imágenes de Hulka te encuentras más imágenes insinuantes que iracundas. En este punto el que se puso verde fui yo. Si bien existen discusiones sobre si el personaje de Hulka representa una fantasía sexual de adolescentes (polémica incluida) o si es un icono feminista, en la búsqueda de imágenes una de las opciones queda mucho más representada.

Como iba con mi holgura de tiempo habitual de cara terminar la entrada semanal, decidí finalmente usar una imagen de Wonder Woman, de la película del año pasado2. Afortunadamente, no me costó encontrar una imagen suya cabreada. Benditas amazonas.

Pero llegado a este punto me percaté de un problema mayor, desde mi punto de vista, y del que soy mucho más responsable. Y es que en algún punto de mi búsqueda de imágenes me asaltó esta duda: ¿Cuántas imágenes de mujeres he utilizado como cabecera de mis entradas? No tuve que hacer las cuentas para reconocer, de memoria, que muy pocas: En general, cuando he ilustrado mis entradas con imágenes en las que aparecen personas, he utilizado comparativamente más hombres que mujeres. Y eso no tiene ninguna justificación elegante, más allá de la obvia.

Comprenderán que esto no ha sido premeditado. Y en realidad eso es, precisamente, gran parte del problema. En un blog de marcado perfil feminista3 como es este, se siguen utilizando fotos de hombres para ilustrar la mayoría de los temas, incluso en las entradas de claro perfil activista, como hablando de “La Manada”, “Motivos para una huelga feminista”, etc.

Podría disculparme de muchas maneras, pero puesto a buscar causas, la razón es sencilla: cuando has sido educado en una sociedad machista, el machismo siempre está ahí pugnando por salir, y es necesaria una observación cautelosa del propio comportamiento (y del propio pensamiento) para poder mantenerlo a raya. Por eso, en lugar de decir “yo no soy machista” es más apropiado hacer un ejercicio de honestidad y reconocer que “intento no ser machista”. Si crees que “no eres machista”… se te van a escapar como churros.

Existen distintas maneras de afrontar un problema así. Podría comprometerme a hacer una reflexión de género más sosegada antes de escoger la imagen de cabecera. O podría comprometerme a utilizar imágenes de mujeres en la cabecera en al menos el 40% de las ocasiones.

También podría utilizar una situación como esta para ilustrar la necesidad de medidas de acción positiva como herramienta efectiva contra distintas formas de discriminación: porque el machismo, como los demás prejuicios, no es algo que puedas encender y apagar a tu antojo, ni siquiera percibir cómo está sesgando tu pensamiento o tus decisiones. Los sesgos son inconscientes, por eso son sesgos. Y por eso, por ejemplo, cuando se pide a profesionales de recursos humanos que evalúen currícula sin saber el sexo de las personas evaluadas súbitamente las mujeres ganan posiciones.

Y nada más. Espero que les guste la imagen de esta semana, que encabezó este artículo. 😀


  1. O She-Hulk, en el original 
  2. Que, sin disgustarme, no me pareció tan feminista como me habían hecho pensar. Una buena señal para detectar películas feministas mainstream es el cabreo de la legión de neomachos ofendidos antes del estreno de la película, como por ejemplo, en el caso de la (divertidísima) nueva versión de «Cazafantasmas». 
  3. Espero. 

4 comentarios

  1. «Wonder Woman, de la película del año pasado (…) Que, sin disgustarme, no me pareció tan feminista como me habían hecho pensar. Una buena señal para detectar películas feministas mainstream es el cabreo de la legión de neomachos ofendidos antes del estreno de la película, como por ejemplo, en el caso de la (divertidísima) nueva versión de “Cazafantasmas”. »

    Hacía tiempo que no comentaba nada y aprovecho para hacerlo a la vieja usanza, discrepando respetuosamente (¡te reviento, flipao! :D). Empiezo mostrando genuina sorpresa, no te recordaba tan inocente. Dices que la película «Wonder Woman» no te pareció tan feminista como te habían hecho pensar… ¿De verdad pensabas que a los estudios cinematográficos les importaba el feminismo? ¡Si ni siquiera les importa el cine, y se dedican a ello! Tienen el mismo criterio comercial que una fábrica de embutidos. ¿Mortadela con forma del ratón Mickie? Podemos atraer el público infantil… ¿Una peli con una protagonista «feminista»? Si nos sirve para generar debate y que se hable de la peli…

    Y enlazando con el comentario de la otra película, creo que más que un detector de «neomachistas», serviría más bien para calibrar un detector de «cálculo comercial». En mi opinión, todo apesta a falsa controversia. Para empezar… ¿cuántas personas formaron esa «legión»? ¿Ardieron las redes one more time con 100 twits ;)? A ver, desde luego que puede haber personas con problemas emocionales graves a los que les disgusta que haya mujeres en los papeles protagonistas, pero, ¿no es posible que tu detector se haya disparado con especialitos de «no me cambien los personajes». Personajes que se cambian para intentar agradar a distintos sectores de población (es decir, para intentar ganar más), no por ningún motivo artístico.

    Como decía, todo parece rezumar fórmula preestablecida: tiramos de peli nostálgica para atraer a los frikis, pero ¿cómo atraer más gente y poner la peli en los periódicos? Ponemos mujeres, decimos que es porque somos muy feministas y si alguien protesta, tenemos polémica artificial para promocionarnos. Confieso que no la he visto para juzgar el resultado, pero por la reacción de la taquilla parece que al final el factor nostalgia no pesó suficiente (no habia habido una continuidad de películas desde las de los años 80 y tampoco había presión de los seguidores como sucedió con la saga de Star Wars, por lo que la posible base de fans no estaba tan motivada) por lo que, en mi modesta opinión, le pasó igual que Humor Amarillo, que durante años se pidió que regresara y cuando alguien se decidió a reponerla, resulta que hincó el pico porque en el fondo hacía gracia recordarlo por mera nostalgia y no porque fuera tan gracioso realmente.

    En resumen, que cada vez que oigo a estos cocodrilos de hollywood hablar de feminismo (o de cualquier otra causa, V de Vendetta, anarquista :D), se me hace muy difícil creerlos. Y me cuesta creer que alguien sí los crea 😉

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    • Ah, me encanta el olor a blog por la mañana… 😝

      No es necesario que a los estudios de cine “les importe el feminismo” y ni siquiera (como afirmas), que les importe el cine. Lo interesante es comprobar si el feminismo se ha normalizado lo suficiente como para que entre dentro del mainstream, y no en el cine de género. El día que los estudios mayoritarios empiecen a hacer cine que no sea machista (sin necesidad de que se etiquete como “feminista”) será un buen indicador cultural de normalización porque del cine mainstream, y de sus cocodrilos, precisamente no esperamos nada.

      Mi referencia concreta a Wonder Woman se debe a que mis expectativas se habían elevado por los comentarios leídos a gente con cuyo criterio suelo coincidir. El resultado, a efectos de género, me resultó insatisfactorio. No es una película casposa, obviamente, pero tampoco es mucho más. No me extiendo a valorar su calidad cinematográfica, que tampoco me emocionó demasiado.

      La segunda película a la que hago referencia es la nueva versión de “Cazafantasmas”, que fue atacada desde el momento en el que se hizo pública que iba a ser protagonizada por mujeres. El reparto recibió amenazas de muerte (lo que quizás, tristemente, no es tan extraño) y al menos una de las actrices sufrió un hackeo de su web, vio cómo se publicaban sus datos, fotos personales… Son delitos serios.

      La supuesta diferencia entre “mundo real” y “mundo virtual” cada vez se muestra como más falaz. Sé que existe una tendencia extendida a considerar las protestas en redes como de segundo orden, pero son interacciones sociales reales. Las amenazas en internet son reales. El trailer de “Cazafantasmas” recibió, al menos, 800.000 dislikes en youtube. Tienes que usar tu cuenta de google para poder opinar sobre un video; aunque los haters se dedicaran a crear bots para odiarla mejor, sigue siendo mucha gente. Incluso Trump protestó contra la nueva versión. Es decir, muchos señores se enfadaron mucho porque se hiciera una versión de una película “sagrada” según la Iglesia de su Santo Escroto. Y yo es algo que encuentro muy sintomático.

      Ahora, lo que ya me parece fatal es que me hagas escribir respuestas que me daban casi para otra entrada completa 🤣🤣🤣

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  2. Ups, la verdad es que no tenía idea de la repercusión que tuvo. Sigo pensando que estos cambios en películas se hacen por intereses meramente económicos (buscando mercados concretos, asiáticos, hispano, etc.), pero desde luego que derive en un acoso a las participantes es injustificable. Creo que tienes razón y el mundo virtual permite un acceso (y consecuentemente, una posibilidad de acoso) que puede ser peligroso en manos de determinados iluminados como los que comentas. Recojo cable.

    Y sobre lo de hacerte escribir, venga, no me seas un George RR Martin y sé más un Stephen King 😀
    Salud

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