Hace unos añitos, en una clase de la universidad (la asignatura versaba sobre legislación laboral), una profesora nos explicó que para considerar una relación entre dos partes como trabajo era necesario, entre otros requisitos, que fuese onerosa (esto es, que haya dinero de por medio1). Por ese motivo, nos explicó, el trabajo de cuidar a tu familia, hacer la comida, la compra y el infinito de tareas que definimos como “domésticas”, amén de su planificación, no podían ser consideradas como trabajo.
Fui a casa a explicárselo a mi madre. Ella protestó pero, qué quieren que les diga, yo tenía la vehemencia de la posadolescencia y el peso de la autoridad universitaria de mi parte, y mi madre sólo tenía el cansancio de quien se ha pasado toda la vida haciendo un trabajo no reconocido ni siquiera en nombre.
La universidad puede ser un templo de sabiduría pero a veces, como en este caso, sólo sirve para refinar tu estupidez2. Afortunadamente, mi madre me ha seguido queriendo a pesar de todo y puedo afirmar que ella sabe más sobre trabajar que mucha de la gente que da clase en la universidad.
Han pasado unos años y quiero pensar que he aprendido algo desde entonces.
¿Por qué hacer huelga este 8 de marzo?
La verdad es que no tenemos costumbre de que se llame a las mujeres a la huelga3. De lo que sí que hay una arraigada costumbre es de que las mujeres realicen un trabajo no remunerado al que no llamamos trabajo sino otros engendros como “sus labores”.
Porque uno de los motivos para considerar que las mujeres no pueden hacer huelga está inscrito en el comienzo de esta entrada: se le niega a su labor incluso la consideración de trabajo. Las huelgas son conflictos laborales. Si lo que hacen no es trabajo, no hay huelga posible ¿verdad?
A la hora de analizar esta idea es de gran utilidad la consideración de dos lógicas distintas dentro del mercado de trabajo: por una parte tenemos una lógica de producción y por otra parte una lógica de reproducción.
La lógica de producción es la referida a las relaciones laborales clásicas. Es donde se incluye el acuerdo entre empresario (opcionalmente con sombrero, bigote y levita) y trabajador (con casco, bocadillo y botella de vino) en el que el trabajador realiza una labor a cambio de un salario, y el empresario se queda con el producto de ese trabajo. Esta lógica se entendía como eminentemente masculina4. El trabajador será a su vez cabeza de familia, y su mujer estará subordinada a él, según la más pura tradición del derecho romano, que aún impregna nuestro Código Civil5.
La lógica de reproducción es menos visible: son los mecanismos que garantizan que el mercado laboral siga recibiendo generaciones de reemplazo. La natalidad, la crianza, la educación, el cuidado. También los mecanismos que mantienen en pie al obrero, como su alimentación, su aliño, pero también su cuidado tras la jubilación6. Esta lógica de reproducción tiene tres características principales: a) Es invisible, b) Es femenina (y llevada a cabo por mujeres) y c) Está subordinada a la lógica de producción.
Como comprenderán, una vez que se saca a la luz esta diferenciación es evidente que en realidad la lógica de reproducción precede a la de producción7 y que es más importante. Es inconcebible la producción, el sistema de trabajo al uso si no hay nadie que participe en él, y es la lógica de reproducción la que genera esto. ¿De qué nos sirve un mercado de trabajo, un sistema de producción, si no hay nadie para ocuparlo? En el caso de establecerse alguna jerarquía, es la lógica de producción la que debería subordinarse a la de reproducción.
¿Y por qué no se produce esto? Porque la lógica de reproducción se invisibiliza y se desvaloriza para que quede subordinada. La huelga del 8 de marzo, entre otros objetivos, pretende mostrar la importancia y el impacto del trabajo de reproducción8. Si no encuentran otro, un motivo innegable para defender esta huelga es el apoyo de la consideración del trabajo de la lógica de reproducción como auténtico trabajo, y no como una forma nebulosa de actividad que las mujeres, por alguna oscura razón, (como “el orden natural de las cosas”, el “instinto” o chorradas similares) tienen que realizar.

La “irrupción de la mujer al mercado de trabajo” o cómo arrimar el ascua a tu sardina
En los libros sesudos de segunda mitad del siglo XX (y algunos del XXI) se nombra como una de las causas de casi todos los problemas de la sociedad moderna a lo que se vino en llamar (agárrense) la irrupción de la mujer en el mundo laboral. El hecho de que las mujeres empezaran a trabajar (a cambio de un salario) llevó a la crisis de la familia tradicional, al aumento del paro, al auge del sector servicios y el declive industrial, a la disminución de la natalidad y, si les dan un poco de ánimo a los apocalípticos, al cambio climático, la Guerra Fría, la muerte de Copito de Nieve, la extinción del lince ibérico y la explosión del Challenger.
No tenemos espacio para entrar en detalle en los complejos cambios sociales iniciados en el siglo XX, pero sí que nos sobra para constatar que al contar así la historia sólo se dice la mitad. La manida irrupción de la mujer al mundo laboral9 puede entenderse, según los términos que hemos manejado, como una incursión de las mujeres a la lógica de producción. Aún así, en desventaja, merced a mecanismos como los techos de cristal, los suelos pegajosos, las diferencias de salario, la concentración en trabajos peor pagados y un largo etcétera que a nadie le será ajeno. Pero lo que se obvia (interesadamente) es que el hombre no se ha incorporado a la lógica de reproducción.
Si el movimiento de incorporación de mujeres a la producción se hubiera visto compensado por un movimiento más o menos simétrico de hombres a la lógica de reproducción las repercusiones se habrían visto equilibradas10. Es evidente que esto no ha ocurrido a niveles agregados11
¿Pero de verdad crees que esto va a valer para algo?
La gente que piense que, en general, las huelgas no valen para nada seguirán pensando lo mismo en este caso. No obstante, las huelgas han sido un recurso habitual en las negociaciones laborales, y su efecto es innegable. Sí, también hoy en día. Si quieren, aquí pueden encontrar, con cierta ironía, un listado no exhaustivo de huelgas que “no han valido para nada”.
No obstante, esta huelga es distinta. Esta huelga también es laboral, pero su función no se limita a ello, sino principalmente (como hemos visto) a iluminar la labor invisibilizada de un colectivo discriminado. Porque, parece increíble que haya que seguir diciendo esto, las mujeres son un colectivo discriminado. No sólo en el tercer mundo. No sólo entre las clases bajas, entre las personas de mayor edad. A día de hoy, las mujeres son el colectivo humano discriminado más numeroso del planeta.
Esta es una ocasión para conocer la fuerza del feminismo, para tejer redes, para que quede de manifiesto el alcance de todo el trabajo (de producción y reproducción) que llevan a cabo las mujeres. En realidad, es una huelga en la que sólo debería sentirse amenazado el machismo.
Pero… ¿por qué ahora? Si esto nunca se ha hecho antes por algo será…
Cuando empecé a preparar esta entrada tenía la idea (alimentada por los medios de comunicación) de que nunca se había producido una huelga semejante a la que se ha convocado para este 8 de marzo12. No obstante, esta no es la primera vez que se hace algo similar. En 1975 (Año de la Mujer por las Naciones Unidas) se realizó una convocatoria similar en Islandia.
La intención de este llamamiento13, como en la convocatoria del 8 de marzo, era recordar el importante rol de las mujeres en la sociedad, sus salarios comparativamente menores, su escasa valoración. Unos cinco años después Islandia eligió a Vigdis Finnbogadottir14 presidenta del gobierno, siendo la primera segunda15 mujer en acceder a la presidencia de un país moderno16.
Quizás ambos hechos no tengan relación. Quizás haya un tercer fenómeno que explica la huelga islandesa de mujeres y la elección posterior de una presidenta. Pero, no sé… ¿no parece aventurado afirmar que la huelga no sirvió para nada?
No me resisto a recordar, dada la coincidencia de la efeméride, que el 8 de marzo es el Día de la Mujer, y que sirve como homenaje a sus continuas luchas por sus derechos, y las cruentas represiones sufridas por este motivo17. Es un buen día para huelgas.
¿Que por qué ahora, se preguntan? ¡Lo extraño es que no se haga más a menudo!
¿Y si soy un hombre?
En primer lugar, es importante entender que no eres el protagonista. Al igual que si tienes menos de 65 años no se te habría pasado por la cabeza ponerte en la cabecera de las recientes manifestaciones de pensionistas, en esta ocasión tu posición tampoco está en primera línea.
Legalmente puedes hacer huelga, pero la organización te invita a que no lo hagas, dado que interferiría con el objetivo de visibilizar el trabajo femenino (y las consecuencias de su ausencia)18. Por el contrario, puedes dedicarte a cubrir los espacios que dejan las mujeres de tu entorno. Recuerda que el foco de esta huelga está en la lógica de reproducción.
Si de forma sistemática compartes o realizas el grueso de estas tareas ¡enhorabuena! pero no dudes en examinar con cuidado este aspecto, porque puede que no estés realizando tanto como piensas. El trabajo doméstico de un hombre parece el doble del que realmente es, justo al contrario que el de la mujer19. Aprovecha la oportunidad para aprender algo nuevo. Si la carga del cuidado de tu familia le corresponde a una mujer, sustitúyela. Si nunca cocinas, aprovecha para recuperarlo o para aprender. Si nunca has limpiado el baño, es un buen día para empezar. Intenta planificar todas –todas– las tareas de un hogar, y no a seguir órdenes de un listado. Esta planificación es una de las tareas más insidiosas e invisibles que realizan las mujeres de forma sistemática.
Haz tu parte. A fin de cuentas, es de lo que se trata.
¿No puedes resumir? Es que a mí sólo me gusta leer tus posts de risa…
Por supuesto.
- La huelga convocada para el 8 de Marzo es, además de un conflicto laboral, una forma de resaltar el trabajo invisible desempeñado por las mujeres.
- Existe una lógica de producción, que representa el mercado laboral “al uso” (y ocupado preponderantemente por hombres), y una lógica de reproducción, que representa las labores de cuidado, educación y reproducción (y ocupado preponderantemente por mujeres)
- Aunque la lógica de reproducción es anterior y más importante que la lógica de producción, aquella se haya sistemáticamente subordinada a esta.
- La propuesta de huelga del 8-M es sólo una más de las múltiples luchas que las mujeres han llevado a cabo a lo largo de la historia, luchas que se suelen aprovechar para culparlas de la subida del pan.
- Las mujeres son el mayor grupo discriminado del mundo. Ya solo eso justificaría la huelga y una o dos revoluciones.
- Si eres hombre no eres el protagonista de esto, pero puedes participar de otras formas alejadas del foco. Para variar.
- Estoy simplificando a efectos narrativos. No se me tiren de los pelos, profesionales del derecho ↩︎
- Ya conocen el refrán, que lo único peor que un necio es un necio leído ↩︎
- Técnicamente, y por motivos legales, está convocado todo el mundo, pero la organización llama expresamente a las mujeres para resaltar el carácter feminista de la convocatoria ↩︎
- Lo que explica el genérico masculino que he usado con mala intención ↩︎
- Muchas variantes del marxismo feminista establece un paralelismo entre la explotación empresario-trabajador y la explotación hombre-mujer. El marxismo más reaccionario (eso existe) considera que resolviendo los problemas de clase se resolverá la desigualdad de género, por medios mágicos poco aclarados ↩︎
- En parte financiada por el Estado, en gran medida llevada a cabo por la solidaridad familiar ↩︎
- Antes de haber mercados de trabajo había cuidados familiares ↩︎
- Somos las que reproducen la vida. El trabajo doméstico y de cuidados que hacemos las mujeres es imprescindible para el sostenimiento de la vida. Que mayoritariamente sea gratuito o esté devaluado es una trampa en el desarrollo del capitalismo. Hoy, con la huelga de cuidados en la familia y la sociedad, damos visibilidad a un trabajo que nadie quiere reconocer, ya sea en la casa, mal pagado o como economía sumergida. Reivindicamos que el trabajo de cuidados sea reconocido como un bien social de primer orden, y exigimos la redistribución de este tipo de tareas. – Del Manifiesto 8M↩︎
- Ya ha quedado claro que antes de irrumpir en mercados las mujeres no trabajaban, sino que se dedicaban a memorizar decimales de π ↩︎
- Y eso que por motivos de síntesis voy a obviar el hecho de que las mujeres siguen mayoritariamente compatibilizando sus trabajos productivos con sus trabajos reproductivos, en lo que se conoce como doble (o triple) jornada↩︎
- Sí, lo sé, todo el mundo conoce a algún hombre que es buenísimo en casa, plancha, friega y acuesta a los niños. Pero aquí vamos a centrarnos en el nivel agregado y no en el anecdótico. Tenemos montañas de estudios mostrando que los hombres siguen encargándose muy poco de las tareas domésticas y, cuando lo hacen, se centran en las más agradecidas, como el cuidado de los niños o la cocina ↩︎
- Tenía la idea de ficción, mutatis mutandis, de Lisistrata, que no deja de ser una comedia. Escrita por un hombre. ↩︎
- Finalmente se convocó como un “día libre” en lugar de como “huelga” para aumentar el alcance e inclusión ↩︎
- Afortunadamente el nombre ya venía escrito en la papeleta ↩︎
- Sirimavo Bandaranaike ocupó la presidencia de Sri Lanka en 1960 ↩︎
- Desde entonces el número ha subido algo, pero no demasiado. Es un tanto deprimente, la verdad ↩︎
- Parece ser, como explican aquí, que no está ligado a un acontecimiento concreto, ni siquiera al tantas veces nombrado incendio de la fábrica textil de New York, que no habría ocurrido ↩︎
- La decisión es tuya, por supuesto, pero es bastante significativo que haya gente que sólo está dispuesta a participar en según qué cosas sólo si pueden adoptar el papel protagonista ↩︎
- Observarás, sin ir más lejos, que te acabo de felicitar en el caso de que hagas la mitad del trabajo de reproducción, que vendría siendo, en fin, lo que te tocaría hacer en un reparto equitativo de estas cosas ↩︎
Reconozco que muchos días me siento como la mujer de la viñeta 😖. Añoro un día sin planificar pensando en el bienestar de otros. ¿Cuándo fue eso?🤔 Ah sí, cuando mi madre se ocupaba de mí…
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Yo creo que la carga mental del cuidado es una de las partes más pesadas e invisibles… Y de las menos agradecidas…
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Gracias, gracias y gracias! 🙂
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Muchas gracias a ti por leer (y comentar) 😊
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[…] feminazis de toda la vida y lectores voraces de Gloria Steiner1. Si en el último episodio la última entrada repasábamos los motivos para apoyar la huelga, hoy vamos a reflexionar, por el mismo precio, sobre […]
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[…] 5 de marzo de 2018, en vísperas de la primera huelga feminista, publiqué esto, en apoyo a las reivindicaciones. Una semana más tarde, frente a su éxito1, escribí otra […]
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