En medio de la polémica sobre el racismo institucional que sufre la población negra en EEUU las plataformas de contenidos digitales han decidido revisar sus contenidos, llevando a acciones como la retirada (y retorno) de su oferta de producciones como Lo que el viento se llevó por considerar que perpetúan estereotipos negativos.
Una de las prácticas que se encuentra en la palestra es la conocida como blackfacing (a la que ya le dediqué una entrada aquí) que consiste, básicamente, en pintarse de negro para imitar de forma burlesca a las personas de color.
La presencia de blackfacing en una escena es el motivo alegado por Netflix (y Hulu) para retirar de sus contenidos el episodio 2×14 de la serie Community. Y reconozco que me ha sorprendido. Tras intentar comprender sus motivos y considerarlo creo que se trata de un error. Intentaré explicarme, empezando por sinopsiar1 levemente el episodio.
Community 2×14: «Advanced Dungeons & Dragons».
Jeff, cínico profesional, detecta indicios de comportamiento suicida en Neil, un compañero de facultad que sufre bullying por la excusa de su sobrepeso. De cara a levantarle el ánimo, y sabiendo que su compañero es un apasionado de D&D, decide organizar con su grupo de estudio una partida de rol en la que Neil pueda destacar. Con este pretexto se cuenta una historia a tres niveles: la propia partida de rol, las vivencias de los protagonistas y la narración que una voz en off cuenta a la audiencia.
La genialidad de este episodio reside en varios elementos: en primer lugar, porque se trata de un episodio encapsulado, en el que toda la trama, salvo un par de escenas, se desarrolla en la sala de estudios donde juegan la partida. En segundo lugar, porque no se recurre nunca a plasmar la partida de rol en imagenes, sino que es narrada por los personajes (como en un juego de rol de verdad). En tercer lugar, porque se aprovecha un argumento aparentemente limitado para diseccionar problemas como el bullying o el suicidio juvenil, pero también para hacer un estudio sobre las posibilidades del juego como instrumento de expresión, resolución de problemas y, esto es muy importante, empatía con lo diferente. Y la empatía con lo diferente es veneno para el racismo.
El juego de rol como metáfora social
El primer personaje que se hace para una partida de rol suele tener un importante componente aspiracional: construyes, hasta cierto punto, un retrato de lo que quieres ser. Como los personajes de inicio suelen estar bastante limitados por las reglas, te ves obligado a adoptar compromisos, así que los preparativos para jugar al rol pueden ser bastante introspectivos. ¿Prefiero tener especial afinidad con los animales o ser más poderoso con un puñado adicional de hechizos? Es una manera un poco indirecta de preguntarte quién eres en realidad, pero va por ahí.
Más allá de esa primera experiencia, a medida que vas jugando se abren las opciones. La posibilidad de meterte en la piel metafórica de otra persona te obliga a adoptar perspectiva. Por ejemplo, jugar con un personaje femenino cuando eres hombre puede ser un curso acelerado de feminismo, sobre todo cuando descubres con demasiada frecuencia que tus acompañantes te mandarán a fregar, se evitarán machismos reglamentarios o querrán violarte. «Es en broma». «Es solo un juego».
Curiosamente, este episodio de Community incluye pinceladas de estas capacidades del rol, e incluso una crítica al racismo integrado en muchos sistemas de juego («los gnomos son una raza cuatro niveles por debajo de un humano») que no son más que un reflejo del racismo del mundo real.
Entonces ¿por qué han retirado el episodio?
Porque uno de los personajes acude a la partida de rol con maquillaje negro.
Community es una serie de personajes dañados, pero hay dos protagónicos que, con sus matices, podríamos considerar abiertamente negativos. Uno de ellos es Pierce, un hombre mayor machista, misógino, racista y narcisista, que en este episodio adopta el papel de antagonista al intentar sabotear la partida de rol por no haber sido invitado. El otro es Chang, profesor de español de origen chino (autodenominado en versión original como «El Tigre Chino», lo que debería darnos una pista sobre el tipo de serie que es Community) que podríamos calificar como, esencialmente, un misántropo.
Chang decide acudir a la partida de rol (a la que es invitado por error) pintado de negro, con orejas puntiagudas y el pelo teñido de blanco. Shirley, mujer negra de mediana edad, le afea su conducta («¿nadie va a decir nada frente a este delito de odio?») y Chang le responde que va caracterizado de elfo oscuro. Un poco más tarde Pierce le manda callar llamándole «Al Jolson», probablemente el más famoso blackface de la historia.
En mi opinión, Community sabe de sobra que el blackfacing está mal. Pero no es lo mismo hacer blackfacing que hacer que uno de tus personajes haga blackfacing para criticar la práctica y, de paso, poner a parir la estructura racista de muchos juegos de rol y, por añadidura, de la sociedad que los engendra. Menos en una serie que juega continuamente a que sus personajes hagan lo incorrecto y lo correcto a partes iguales, que se equivoquen, que dialoguen con la cuarta pared, que aprendan o que desaparezcan. Porque Community es una serie inteligente hasta el punto de que muchas veces no es posible saber cuál es su mensaje, o si hay mensaje en absoluto, pero en otras ocasiones te deja con la boca abierta, preguntándote asombrado qué es lo que acabas de ver. Y Advanced Dungeons & Dragons, el episodio en cuestión, es una de esas ocasiones.
Me pregunto si Netflix va a volver a subir el episodio con algún tipo de explicación contextual, como parece ser que se ha hecho con Lo que el viento se llevó. Pero no sé qué explicación podría ser esta. ¿Algo así como «en este episodio uno de los personajes hace blackfacing y los demás personajes le ponen a parir por ello porque el blackfacing es racista y, la verdad, creemos que esto se debería entender sin necesidad de explicarlo aparte»?
Tal vez sea mejor ir directamente a verlo a Amazon Prime que, en este caso en concreto, ha optado por dejarnos sacar nuestras propias conclusiones.
- Este verbo no existe, pero si en la academia de la Lengua hay insumisos que escriben «solo» sin tilde yo, por mi parte, voy a inventarme verbos porque tengo alma de académico de nada ↩︎
Hola. Pues a lo mejor me tengo que reforzar mi gorro de aluminio, porque mi impresión, como comenté con tu entrada sobre las cazafantasmas, es que me parece muy sospechoso la actitud tan comprensiva de determinadas empresas respecto a determinadas causas, lo que me lleva a pensar que en el fondo acaban siendo un tema cosmético y sin profundidad… y qué mejor que garantizar que una causa acabe perdiendo profundidad que dándole voz a los flipaillos de turno, que van a montar una caza de brujas virtual. Flipaillos a los que nadie haría caso si pidieran cambios estructurales importantes en la sociedad o la economía, pero a los que hay que hacer caso de forma imperiosa si piden una intrascendencia.
Hace poco tiempo se (nos) hemos cargado a uno de las grandes figuras del software libre por haber dicho que el bacalao que prepara su mujer es digno de Jehová. Casualmente en un momento en que algunas empresas quieren meter mano en este campo, pero como digo quizá tenga mal ajustado el gorro de aluminio.
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Mira, otro ejemplo, no tan elaborado y razonado como el tuyo, pero que va en la misma direccion:
Una cadena de supermercados se disculpa por vender una camiseta infantil con un mensaje racista
«La imagen está sacada del libro infantil Esta no es mi sirena, escrito por Fiona Watt e ilustrado por Rachel Wells y que no tiene ninguna relación con el racismo, sino que cuenta la historia de una muñeca sirena perdida.»
https://www.20minutos.es/gonzoo/noticia/4350186/0/una-cadena-de-supermercados-se-disculpa-por-vender-una-camiseta-infantil-con-un-mensaje-racista/
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Supongo que el problema es que las cadenas de supermercados y las cadenas de contenidos no tienen mayor interés en ser racistas o antirracistas, sino en vender cosas. Por eso nunca van a defender posturas con matices y van a quedarse siempre en lo sencillo. ¿Que algo ofende? «Pedimos perdón si alguien se ha ofendido. No era nuestra intención».
No sé, no me gusta la gente que defiende lo indefendible, pero tampoco soy muy fan de quien cambia de opinión en cuanto molesta.
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